Para que luego nos quejemos porque no hay cepillo de dientes en la habitación del hotel, o porque al llegar a Amsterdam nos comuniquen que nuestras maletas están en las Islas Canarias...

Ingredientes para esta película: 6 chicas guapas, 5 matones, 4 escenas impactantes (desagradables), 3 torsos femeninos al aire, 2 remordimientos de conciencia a cuál más absurdo (voto por el último, si alguien encuentra un porqué al mismo que lo comparta) y 1 médico con un concepto algo extraño de la expresión "buena causa".

Como aderezo, una trama descabellada, algunas horas de caminata a distinto ritmo por la selva, y otras cuantas de buceo a pulmón libre; un porrazo por aquí, un tiro que otro por allí y, poco más.

Previsible a cada instante, no ofrece nada que no hayamos visto cien veces.

Es de suponer que lo que han gastado en moda de baño, lociones contra los mosquitos, pilas de linterna y baterías para la cámara subacuática es lo que se habían ahorrado en guionistas.