Filme más que interesante en la carrera cinematográfica de Buñuel. Director nunca suficientemente ponderado. La intrínseca y compleja realidad del deseo humano, carnalizado y desespiritualizado, desde la óptica femenina, no en aras ya de la consabida ninfolepsia masculina sino de su anverso y reverso. Diferentes flashes (el rechazo a la comunión, las caricias paternales) explicitan, sin adentrarse en exceso en una justificación de tipo maniqueísta, ciertas causas y heridas infantiles que no han supurado y que sirven de aditamento al ya de por sí laberíntico universo de la sexualidad.
De igual forma que hay un día y una noche, quizás recordando el dicho Machadiano, así sea ese ser llamado humano, en sus acepciones masculina y femenina.