Una película intimista, sencilla, sobria, que mezcla momentos divertidos con momentos tristes, reflejando la complejidad de la vida en pocos minutos. Con un ritmo tranquilo, la historia se va desarrollando pero sin llegar a aburrir, dándote a conocer la personalidad y problemas de una serie de personajes de manera excelente pero sin abusar del tiempo dedicado a cada uno.

Típica comedia dramática, que no sobresaldrá demasiado pero que resulta agradable de ver sobre todo por el trabajo de Helen Hunt, que desborda realismo.

Para un servidor lo peor ha sido Bette Milder, con su eterna máscara de "super-estrella" (será el bottox), y eso que en esta ocasión parece contenida, y mención aparte del rostro demacrado de Helen Hunt, que espero que saque un dinerito con esta cinta y pueda comerse unos cuantos platos de lentejas para recuperarse.

Wolf.