La idea en la que se inspira el film es, bien conducida, un argumento simplemente cojonudo. De mucho peores obras de Dick se han hecho films (véase "Screamers").

Y una vez tomada la idea, Spielberg coloca todo su talento artístico (que no imaginativo) al servicio del espectador. Visualmente, el film es apabullante en la mayoría de sus tramos y tanto su fotografía como sus muy apropiados efectos especiales invitan a entrar en ese mundo que bien podría ser el nuestro pero que alberga ciertas correcciones aplicadas por la tecnología puntual (la recreación de un futuro próximo, no es en esta cinta fantasiosa, sino muy real e incluso posible).

Ante los papeles principales, encontramos a actores acostumbrados a los ojos de la industria Hollywoodiense, que cumplen con su cometido, pero no tienen la profundidad que podría haberle otrogado el contar con una plantel de rostros no tan conocidos (como demostró Boyle en "28 days later", algunos papeles mejor merecen al vecino de al lado que a un héroe).
Farrell es, sin duda, el más apropiado, y acostumbra a hacerlo bien cuando su protagonismo es escaso. Samatha Morton está creíble en su particular personaje.
Cruise y Von Sydow, por contra, tan repetitivos, no convencen. Sus actuaciones son decentes, pero son tan parecidas a las hechas últimamente que no aportan esa riqueza que la historia hubiera agradecido.

Entretenidísimos más de 140 minutos para una cinta de acción y ciencia-ficción que hace bastante bien al género.
Ganaría con un toque de humildad.