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Spain Spain · Sabadell
DrChandra rating:
10
TV Series. Comedy. Musical TV Series (2009-2015). 6 Seasons. 121 Episodes. Glee follows an optimistic high school teacher as he tries to transform the school's once top-flight, but now moribund Glee Club and inspire a group of talented but unfocused performers to make it to, and win, the biggest competition of them all: Nationals. In his way is not just the indifferent principal, but also the sponsors of the cheerleading and football groups both of whom see his ... [+]
Language of the review:
  • es
December 21, 2019
3 of 3 users found this review helpful
De entrada debo confesar que soy un “gleek”, es decir, un fan incondicional de la serie. Así pues, reconozco que esta reseña no sea todo lo objetiva que supuestamente debiera. En este particular contexto entenderán que diga que no es la mejor serie que he visto, pero sí, con diferencia, la mejor que he vivido. Porque hay series que las ves y te deslumbran con la trama, o los personajes, o los efectos, o las trampas, pero que al cabo de una semana has olvidado completamente; y hay otras que las vives, que las incorporas a tu día a día y casi se convierten en un miembro más de tu familia con quien compartes la alegría y el gozo de vivir, los recuerdos y las nostalgias de tiempos que tal vez (solo tal vez) fueron mejores, el sabor amargo de las derrotas, o el júbilo absoluto de las victorias, cuando creímos que podíamos comernos el mundo sin empacharnos.

Series como Glee llegan a convertirse en un rito necesario para redimirse de la insoportable levedad del ser, o mejor dicho, del no ser nada, nunca, nadie, en los momentos en que el fracaso (o la sensación de fracaso) nos destruye por dentro y nos hunde en nuestras propias miserias… Y Glee está ahí, también para mostrarnos y demostrarnos que los crochés que la vida nos sacude cuando menos los esperamos pueden ser aliviados, como en un auténtico milagro, con la presencia de un compañero y su don de la palabra, con su gesto preciso en el momento adecuado: “Pero siempre hay algo, todos tenemos algo que puede colocarnos al borde [del precipicio]”, dice el profesor Shue a sus pupilos cuando les cuenta que una vez, siendo adolescente como ellos, estuvo tentado de suicidarse (T3, E14)… Pero no lo hizo: “Fijaos en lo que me habría perdido, nunca os habría conocido…”.

Porque esta serie es eminentemente un canto a la amistad, a la superación, a la voluntad de vivir, a la inclusión, una terapia para redimir nuestras mentes “enfermas” de telerrealidad, pero también, por desgracia, de “sobrerrealidad”, que es la más irreal de las realidades. Y por supuesto, es una catarsis musical (si amas la música, amarás Glee) en la que con inusitada frecuencia las versiones, en las voces de los magníficos intérpretes del elenco (me fascina la versátil voz de Blaine -Darren Criss-) y las adaptaciones de los arreglistas, superan con creces a los originales, y prueba, a quien tuviera alguna duda, el increíble poder sanador de una canción.

Glee es, en definitiva, una maravillosa fábula humanista que nos anima a empoderarnos de nuestras vidas, con ironía, algo de crítica socio-política (muy en la línea de los Simpson) y cierta mala baba, sí, pero sin herir nunca sensibilidades. Es una comedia que a veces, inesperadamente, da un vuelco a drama, un relato a menudo disparatado y con muchos toques de exquisito humor absurdo, sobre todo el que rezuman las situaciones creadas en torno a ese gran rol interpretado por Jane Lynch -Sue Sylvester- (némesis imprescindible del “profe” Will Shuester), personaje del que la serie es gran deudora, véase sino cómo se resiente su nivel en la 5ª temporada.

Al fin, Glee dignifica con creces un subgénero maltratado, el de las a menudo tontorronas comedias sobre las High School estadounidenses. Claro que no es perfecta, quien quiera ver sus imperfecciones las encontrará, pero su gran valor se resume en los textos de las placas que presiden el auditorio del instituto de artes McKinley: abriéndonos a la alegría de la música, del canto, de la danza, de las artes en definitiva, estamos convidados a ver el mundo no como es, sino como creemos que debiera ser… Al final, todo, absolutamente todo, depende de nuestra mirada. Glee, como antes lo fuera también la otra gran serie de su creador Ryan Murphy, me refiero a Nip/Tuck, es un compendio de filosofía sobre la vida misma.
DrChandra
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