Lo único resaltable de la película es el director Jaume Collet-Serra, director español que decidió emprender se carrera en EE.UU. y que ha conseguido sacar adelante un film con un presupuesto a simple vista considerable. Pero aunque esto sea un dato a considerar el film se cae por todos lados, no hay por donde sujetarlo, un guión flojo sin tener ni siquiera un climax e incluso que resulta aburrido y una interpretación todavía peor y para terminar, por favor, dejemos de realizar films de terror con los mismos trucos de siempre, es repetitivo y demuestra una clara falta de imaginación por parte del guionista.