Tommy Lee Jones debió haber quedado marcado de algún modo después de actuar en Desapariciones (2003), pero lo cierto es que él no es Ron Howard para crear algo parecido con The Homesman. Porque ya desde lo inverosímil del drama, cuando en un pequeño pueblo de Nebraska las mujeres casadas más jóvenes de una Parroquia pierden la razón, algo digno de cualquier brote epidemiológico de nuestro días, la película empieza a transcurrir en una serie de inconsistencias que la hacen poco digerible, apenas mantenida a flote por la fotografía y una apenas regular actuación de Hilary Swank, al final queda la sensación de que Tommy Lee Jones quiso armar el guión con una especie de sumario de aquellas situaciones que siempre deseo filmar y nunca pudo hacerlo, ni siquiera la fugaz actuación de Meryl Streep pudo arreglar el desaguisado, para bien o para mal, el baile de Lee Jones al final del filme podría interpretarse algo así como un “epitafio danzante” de su carrera.