Hijo de terratenientes, Gilbert du Motier, Marqués de La Fayette, perteneció a una familia de guerreros: Uno de sus ancestros estuvo con el ejército de Juana de Arco; el abuelo paterno de su madre, fue comandante de los mosqueteros negros, guardia personal del rey Louis XV. Uno de sus tíos luchó contra los austriacos… y su padre, peleó contra los británicos en la Batalla de Minden, en Westfalia.

A la muerte de su padre durante aquella batalla, La Fayette se fue a vivir con su abuela materna, pero, a los 11 años regresó con su madre y su bisabuelo quienes residían en el palacio de Luxemburgo. Desde entonces, seguiría la tradición militar de la familia y se le ingresó en un programa de entrenamiento como mosquetero. A la muerte de su madre y de un tío que lo tenía en alto aprecio, heredó gruesas sumas de dinero… y en 1771, fue comisionado subteniente entre los mosqueteros. Cuando, La Fayette, tenía apenas 14 años, un ambicioso duque, vio en él un excelente partido para su hija, ¡de 12 años!, Marie Adrienne Françoise de Noailles, y entonces se propuso lograr un acuerdo matrimonial, pero, por fortuna para los muchachos, la madre de Adrienne se opuso a este despropósito y, así, los muchachos tuvieron un buen tiempo para conocerse, y varios años después se casarían, pero, por amor… y así, su matrimonio duraría hasta la muerte de ella, en el año 1807.

Cuando se enteró de la rebelión que estaban adelantando las colonias estadounidenses contra el régimen británico, el odio que el joven mosquetero sentía por quienes mataran a su padre, lo animó a sumarse a ella, y con la clara idea de que los estadounidenses luchaban por su libertad, entró en un acuerdo entre el agente americano, Silas Deane, y el rey Louis XVI y su ministro de Relaciones Exteriores (el Conde de Vergennes), quienes confiaban en que, con este respaldo, restaurarían su influencia en América del Norte, y además, vengarían su derrota en la Guerra de los Siete Años.

Y aquí comienza, <<LA FAYETTE>>, la película que el director, Jean Dréville, realizara en plan de superproducción, incluyendo a actores de renombre como, Orson Welles, Vittorio de Sica, Jack Hawkins y Rossana Schiaffino. La historia, escrita por Suzanne Arduini, Jean Bernard-Luc, Jean Dréville y otros, retoma con lujo de detalles lo acaecido entre el héroe francés y el general George Washington… y son 158 minutos de aventuras y de juegos políticos que quedan debidamente plasmados.

Resulta muy interesante ver la labor que cumpliera el inventor, Benjamin Franklin (O. Welles), como cerebro de la Guerra de Independencia, y la relación que se sostiene entre Francia y EE.UU., deja en claro que aquí comenzaba esa fuerte alianza que se sigue manteniendo hasta nuestros días.

La película se hace un poco larga, y las escenas de batalla no tienen la contundencia que uno esperaría, pero, en general, el ambiente es muy satisfactorio (excelente vestuario, magníficos sets, fotografía en SuperTechnirama 70 de lujo, efectiva banda sonora) y los buenos diálogos con algunas frases memorables, más ciertas anécdotas contadas con suficiente gracia, hacen que la película resulte, al final, bastante atractiva.

Sigue resonando en mi cabeza, una trascendental frase de La Fayette:
“No obtenemos la grandeza cuando nacemos sino cuando luchamos por una causa digna”.

Título para Latinoamérica: <<LAFAYETTE, EL GUERRERO INMORTAL>>