Average rating
7.9
Ratings
351
Reviews
3
Lists
1
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
Annabel_Lee rating:
5
6.3
107,897
Sci-Fi. Adventure
In the second installment of the Star Wars series, EPISODE II--ATTACK OF THE CLONES, Anakin Skywalker (Hayden Christensen) is now a teenage Jedi apprentice to Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor). Together they must protect Senator Padme Amidala (Natalie Portman) from a militant group of political activists that is trying to assassinate her. This group is led by the evil Count Dooku (Christopher Lee). Among other troubles, Anakin faces some ... [+]
Language of the review:
- es
September 22, 2009
5 of 5 users found this review helpful
Eso es lo que he sacado en conclusión después de ver esta película (y el Episodio III). Anakin era un niño dulce y adorable que, en palabras de su madre, no conocía la codicia y daba sin esperar nada a cambio. Y eso, en un ambiente de lo más chungo, rodeado de hutts, contrabandistas y demás escoria galáctica. Y hete aquí que es acogido por los jedis y el niño se echa a perder. Si a ese penoso personaje le ponemos la cara de palo de Hayden Christensen obtenemos como resultado a un Anakin que parece salido de Física o Química. A este dechado de cualidades lo acompaña una senadora Amidala (que antes era reina...) que parece más preocupada por su estilismo que por otra cosa y que, por extraño que parezca, no huye despavorida cuando Anakin le revela sus planes dictatoriales ni sus impulsos asesinos. Natalie Portman no se cree el papel en ninguna de los episodios, y eso no ayuda: su interpretación es gélida. Eso sí, está guapísima. Por salvar algo, Ewan McGregor está correcto (aunque mucho mejor en el Episodio III), Samuel L. Jackson aporta madurez y poderío a Mace Windu y Christopher Lee es siempre una garantía.
P.D.: De Jar Jar Binks ni hablamos, que me dan ganas de coger un sable láser y dar rienda suelta a mis más bajos instintos.
P.D.: De Jar Jar Binks ni hablamos, que me dan ganas de coger un sable láser y dar rienda suelta a mis más bajos instintos.