Recientemente descubrí en la videoteca de mi centro laboral esta película que protagonizan un joven Morgan Freeman y un muy lucido Michael Keaton. No puedo sino elogiar el magnifico trabajo de este ultimo, en representar las siempre difíciles circunstancias en las que empieza toda recuperación de alguien enganchado al alcohol y otras sustancias psicoactivas. Lamento que por el tiempo esta película este cayendo rápidamente en el olvido. Es un excelente escaparate para entender la pesadilla de una enfermedad que ciega a quien la padece impidiéndole ver su realidad. De hecho este film es usado en algunos centros de rehabilitación como una forma de “espejo” para que aquellos que ahí están, se vean a si mismos en la pantalla.