Tras la estela dejada por "Starsky y Hutch" y antes de que "El Coche Fantástico" invadiera los hogares de medio mundo proliferaron en los años setenta series de segunda algo cómicas en donde no carecían la acción y un sentido del humor campechano muy a la americana. Será recordada, por ejemplo, "Sheriff Lobo" y "The Dukes of Hazzard" (estrenada en la televisión con el título de "El sheriff chiflado").

Es en esta última série en que tenemos que fijarnos. No fue muy popular aquí y la nostalgia queda para pocos, entre los que me incluyo. Pero también comprendo que su adaptación a la gran pantalla no pueda captar el sentido del humor de quienes no la disfrutaron. A eso voy, porque esta mezcla de comedia americana y locos del canonball con el cerebro más tuneado que el propio coche que conducen y que lleva el adecuado nombre sureño de General Lee (incluso Johnny Cash, fan de la série, le dedicó una canción con el mismo nombre) no es fácil de digerir y más de uno puede acabar como pato mareado entre los jocosos y malísimos chistes que recita Willie Nelson entre curva y curva.

No se le puede negar la habilidad en sus gags y situaciones comprometidas a Knoxville y William Scott, auténticos Dúo Dinámico del tunning, "Zipi y Zape" de la América Profunda, campechana o country, que viene a ser lo mismo.