Magnífico remake de la mano de David Cronenberg, para su realización se basó en la estupenda película La Mosca de 1958 para, partiendo de las ideas de aquella hacer algo totalmente diferente y acercarla a su propio universo.
Así este film de ciencia-ficción y terror habla sobre la degradación de la carne y de la mente, de la mutación, de la nueva carne, temas tan a fines a Cronenberg.

La película, en un estupendo dominio del tempo narrativo, va mostrando poco a poco sus cartas al espectador, así tardaremos en descubrir los horrores que nos esperan, comienza con una pequeña historia de ciencia-ficción y de amor, pero con una angustia latente que se crea gracias a una adecuada fotografía de tonos pastel y aún manejo sabio del escenario, el apartamento-laboratorio de Brundle. La película transcurre en un magnífico crescendo narrativo, tanto de ritmo, música (excelente la partitura de Howard Shore, la película desnuda de esta al comienzo irá poco a poco añadiéndola sabiamente), como de horrores, el espectador no sabe hasta donde puede llegar, y lo curioso es que llega más lejos de lo imaginable, en un sublime final de monster movie que se puede contar entre los mejores y los más repugnantes del género y, desde luego, resulta inolvidable.

El maquillaje y los efectos visuales resultan magníficos, hoy día lo digital hace que se pierda el realismo de esos maquillajes y efectos tan cárnicos, pocas películas como esta son capaces de hacerlos creíbles y hacer sentir como real su presencia, se diría que hasta se pueden oler. Van desde lo más sutil hasta lo más completamente bizarro y tremendamente ajustados a la historia.

El guión de forma excelente, nos muestra la relación entre la pareja protagonista, magníficos Goldblum y Davis, especialmente el primero variando su interpretación a lo largo de la película, y su enfrentamiento a la transformación, pero es la historia de amor la que lleva el mayor peso, y se encuentra presente en todo el film, convirtiéndose en una de las más delirantes y patéticas historias de amor. Es muy de agradecer el sutil humor que se destila durante toda la película, incluso en el horror hay un pequeño atisbo de humor, lo cuál la hace más humana.

La mosca resulta por méritos propios una de las grandes películas de ciencia-ficción y terror, un delirio mal sano, desagradable y único, que la convierten en una película inolvidable, una obra maestra que todo aficionado ha de degustar, pues se trata de un film imprescindible, toda una delicia de horror cárnico.