Aún recuerdo hoy en día la sensación estupefacta que me dejó esta serie cuando la vi por primera vez: no fui capaz de entender prácticamente nada. Así que decidí darle un segundo visionado (con una semana de reposo mental, eso sí). Y no tardé mucho en verla, ya que tan sólo son dos horas y media de animación (seis capítulos de media hora aproximadamente).

Y entonces descubrí una serie fantástica, con un aparente sinsentido continuado pero que en el fondo sirve de trasfondo para hablar de prácticamente todo lo que importa al ser humano. Todas esas cosas están mezcladas con escenas histriónicas, otras que son claros homenajes a la cultura pop... Hasta finalmente, en el último capítulo, llegué a entender la trama (algo que parecía imposible cuando la vi por primera vez).

La animación es sublime, como suele ser habitual en Gainax (Neon Genesis Evangelion, por ejemplo) y la banda sonora es sencillamente genial.

Si te gusta la animación japonesa, no sé cómo no la has visto todavía. ¡Corre!