En el mejor sentido del humor británico, se realiza esta comedia bélica sobre un hecho real protagonizada por dos comandos aficcionados. Mientras la locura se desataba por todo el continente y las fuerzas del Eje amenazaban con dominar al mundo, dos sencillos miembros del cuerpo de dentitas del ejército británico, deciden hacer la guerra por su cuenta e ir a la Francia ocupada por los nazis a realizar su guerra privada.

Atolondramiento, incompetencia y un sentido del deber llevado hasta la última consecuencia son los ingredientes de esta película. Lo más curioso de la cinta es que esté basada en hechos reales. Es cierto que el film quizás, enzalza muchísimo el espíritu de lucha del Ejército Británico en la II Guerra Mundial, pero también es verdad que este sentimiento de luchar hasta el final fue algo generalizado y para muestra un botón.

Las actuaciones, así como el guión, la dirección y la fotografía, desprenden sencillez y humildad, que no por ello baja calidad o mala realización. Al contrario, el producto final es digno y humilde, llegando a emocionar en su tramo final y a divertir en todo el metraje. Muy recomendable para quienes quieran ver una historia diferente de la II Guerra Mundial.