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China China · Qingoco
Txarly rating:
10
Mystery. Comedy. Drama When small-time con man Johnny Hooker (Robert Redford) and his partner, Luther (Robert Earl Jones), unwittingly con a numbers runner courier, they find themselves in danger from mobster Doyle Lonigan (Robert Shaw). When Hooker finds out that Lonigan's after them, he goes to warn Luther, but arrives too late. So Hooker teams up with Henry Gondorf (Paul Newman), a friend of Luther's. A con man himself, Gondorf sets an elaborate plan in motion to get back at Lonigan. [+]
Language of the review:
  • es
February 2, 2006
271 of 311 users found this review helpful
Hay pocas obras tan redondas como El golpe en la Historia del séptimo arte. A menudo, el guión suele ser masacrado por productores, directores y estrellas a su antojo. En este caso, la historia de Ward era inamovible por la sencilla razón de poseer la rara cualidad de lo perfecto. Todo el que observa virgen este film disfruta las dos horas que dura y se entusiasma con su enorme final. Los que adoramos esta película querríamos no haberla visto nunca para sentir su magia como la primera vez. Aún y todo se puede volver a ver mil veces. Ni envejece ni defrauda.

Robert Redford y Paul Newman estaban en la cima de sus carreras y sus interpretaciones -nominación para Newman- son sobresalientes. Además, la actuación como contrapeso de Robert Saw es endiabladamente buena. Pocas veces un malo te convence de serlo, y si encima consigue caerte simpático todo está dicho. Al día siguiente de haber visto El golpe, Robert Saw te cae mejor porque piensas en cómo se la han jugado, y te crea cierta empatía, porque creo que a todos nos han timado alguna vez en la vida.
Toda la galería de personajes secundarios, unos treinta -lo cual es impresionante-, van pasando ante nuestros ojos en su momento justo y sin cansarnos, bien repartidos en el tiempo fílmico y con las frases justas y exactas. Todo el mundo tiene un papel atractivo de interpretar y cada uno es la pieza que compone el puzzle. Perfecto!!

El vestuario y la decoración son impecables otorgando a la obra un empaque de las que la mayoría adolecen. La música sincopada del piano típica de la segunda década del siglo veinte y el recurso de las cortinillas utilizado de forma magistral por Roy Hill consiguen adentrar al espectador en una época tan dura como romántica. Un film magistral.

Una obra que no envejecerá jamás y que encumbró a dos de los mejores actores de la Historia del Cine.

OBRA MAESTRA

"¿Y qué querías que hiciera? ¿Acusarle ante los demás de hacer trampas mejor que yo?"
Txarly
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