Bendita película en un mercado estadounidense cada vez más voluptuoso y descaradamente derrochador. Su sencillez sorprende, así como su realización. Algunos gags son excelentes, y sin duda, es una de las mejores bandas sonoras del año 2006, qué maravilla. Parece increíble que en ese país aún sigan haciendo películas así.
Tributo a la diferencia de la gente, tributo a lo enriquecedoramente diferentes que somos, y lo poco en que nos fijamos en los demás, tributo a lo sencillo, que es lo que, aunque parezca tontería, es realmente lo que nos mantiene con ilusión y no las grandes hazañas vacías de amor y sensibilidad.
Si quieres aprender a buscar tu camino, y a saber realmente qué es lo que importa, no dudes en visionar esta rara película, no por su contenido, sino por quiénes la han producido.