Click here to copy URL
Spain Spain · bilbao
ernesto rating:
8
Drama In Rome, at dawn, when everyone is asleep, there’s one man who isn’t sleeping. That man is called Giulio Andreotti. He isn’t sleeping because he has to work, write books, be a socialite, and, last but not least, prey. Calm, ambiguous, inscrutable, Andreotti is synonym of power in Italy for over four decades. At the beginning of the nineties, without arrogance or humility, immobile, ambiguous and reassuring, he advances relentlessly ... [+]
Language of the review:
  • es
April 17, 2009
2 of 3 users found this review helpful
La figura del político Giulio Andreotti seguramente sea una de las más controvertidas durante la segunda mitad del siglo XX en Italia. Su presencia durante más de cuarenta años, en una u otra forma, en la primera plana de la política italiana hicieron de él una de las personalidades más reconocidas del país durante unos años en los que la corrupción y las implicaciones de la Mafia en los engranajes del poder eran más que habituales. Pese a su cargo de senador vitalicio, la luz de Andreotti dejo de brillar en la década de los noventa al ser acusado de numerosos cargos de corrupción de los que fue absuelto por falta de pruebas. Su gusto por el poder le llevó a lo largo de estos años a mantener una peligrosa relación con la legalidad.
El director italiano Paolo Sorrentino se encarga de llevar al cine estos últimos años en la vida del político italiano. Con cierto prestigio conseguido en el Festival de Cannes gracias a sus dos anteriores películas, Sorrentino lleva la vida de Andreotti al extremo y nos ofrece una película absorbente y despiadada. Il Divo resulta un surrealista retrato de los mecanismos sobre los que se sustentaba la vida política italiana durante las últimas décadas del siglo veinte, en los que la figura de Andreotti tuvo una presencia decisiva.
La película carece de una construcción clásica, y es a base de pequeños flashes y de apuntes como se nos va contando una historia tan abrumadora en cuanto a información que a veces es imposible no sentirse despistado en ella.
Sorrentino utiliza un tono de sátira absoluta, cercano a veces al esperpento para hacer más creíble si cabe la historia. Con una arrolladora fuerza narrativa, y un potentísimo entramado visual Il Divo engancha desde sus primeras secuencias para llevarnos a un ritmo brutal, sobre todo en su primera parte, por la historia reciente de la vida política italiana de la mano de un guía de excepción, Giulio Andreotti, su máxima figura.
La película se beneficia de la colosal caracterización del excelente actor Toni Servillo. Su transformación física, acorde con el tono de la película, es impresionante, y su presencia en pantalla es un imán para la vista. Es imposible apartar la mirada de él mientras está en escena. Cada gesto, cada mirada, su voz, están trabajadas de forma admirable.
Con Il Divo, Paolo Sorrentino no solo demuestra que es capaz de enfrentarse a la realidad más controvertida de su país con valentía. También demuestra que es un auténtico director de cine, porque si algo hay en Il Divo es cine del bueno.
ernesto
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow