¿Qué hay mejor que una película de payasos asesinos y de seres de otro planeta que tanto nos gusta? Pues la respuesta es muy simple, unos payasos asesinos alienígenas. Nos encontramos ante una película ochentera que va directa al grano y dejad que os diga que es tan surrealista que te mantiene pegado a la pantalla y nunca te esperas lo que va a pasar.

La historia es sencilla y poco coherente, pero eso no significa que esté mal ya que no necesita tener una profundidad. En el cielo se ve una especie de asteroide que aterriza en la Tierra y cuando llega gente a ver de lo que se trata no es otra cosa que un circo (de locos). Pronto se desata el caos ya que está lleno de unos alienígenas con aspecto de payasos y que actúan como tal. Se notan obviamente que son personas disfrazadas, pero aún así, el maquillaje no está para nada mal y la verdad es que algunos dan mal rollo. Los personajes cumplen su función (aunque tampoco es que sean especiales) y ayudan más o menos bien a que se desarrolle la trama. Lo más sorprendente es la cantidad de formas que se les ocurre a los payasos alienígenas para dejarnos boquiabiertos a la hora de acabar con sus víctimas y de sorprendernos, no voy a entrar en spoilers ya que merece que lo veáis con vuestros propios ojos. Una de las cosas que más me sorprendió es su música, encaja a la perfección con la película, creando una experiencia esperpéntica para la persona que la está viendo.

En conclusión, se trata de una de las películas de terror/cómico (más comedia que terror) que más te van a sorprender ya que en ningún momento te esperas qué sucederá. Todo ello acompañado de una música de 10 y unos payasos asesinos que son más sádicos y retorcidos que el de la última pelicula de It. Sus puntos negativos para mí son la forma tan poco original que tienen para acabar con estos payasos y que el final está un poco cogido con pinzas a mi parecer, quitando eso, recomendada 100%.

- Recomendada solo para personas con una imaginación sobrenatural.-