Hacía tiempo que no veía una peli que me hacía estremecer.

La vi sólo con la idea de que era la película que se llevó el óscar al mejor guión en el 2018 y con eso me bastó, sin saber nada más. Y no hizo falta. Te estremece el cuerpo. No soy de películas de medio, pero sólo con 15 minutos ya estaba acojonado. Sí, te ves qué va a pasar, es predecible, pero lo ves, y con agrado. Ese secundario cachondo que rompe el climax, genial. Da gusto reirse para apaciguar tu temor.

No es necesario sustos para estremecer.

El final, genial.

Si me hace escribir esta reseña, es que la película es muy buena, y por tanto, recomendable.

Me voy a dormir, pero antes me tomaré una taza de te...