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TOM REGAN rating:
6
Drama In 1901, in the north of Italy, the same day Giuseppe Verdi died, the sons of a landlord and a farm worker are born. They will be inseparable friends, although his relationship will be pushed to its limits due to their different opinions about fascism.
Language of the review:
  • es
April 19, 2009
25 of 45 users found this review helpful
157/16(17/04/09) Aparatoso pasquín comunista, en el que Bertolucci despliega todas sus obsesiones, obsesiones que le llevan a ser un digno discípulo de su compatriota Pier Paolo Passolini en lo que a imágenes escabrosas (ya sean de asquerosidades, como sexo explícito, destacando por supuesto el masculino) que únicamente tienen el destino de impactar y que se hable de ellas, pero que en la historia no tienen valor alguno, su otra obcecación es ser el mensajero del hipócrita socialismo, donde los trabajadores son cruelmente explotados por unos sádicos patronos, apoyados por un poder fascista y dejándoles como única salida la utópica revolución. Resultado, una epopeya demagógica y manipuladora sobre la historia de Italia en la primera mitad del siglo XX, concentrada en una finca y un pueblo indeterminado italiano, queriendo ser este microcosmos el reflejo de lo que pasaba en el país transalpino. Arranca justo al final de la Segunda Guerra Mundial, para posteriormente retroceder en el tiempo, a principio de siglo, donde nacen en una hacienda de dos niños, uno hijo el de terrateniente, Alfredo (Robert de Niro) y otro el de un jornalero, Olmo (Gerard Depardieu), a través del crecimiento de estos dos personajes vemos la evolución de Italia, todo ello con el habitual acento demagogo comunista donde los personajes son caricaturas con lo que el mensaje pierde toda su fuerza, inundando la cinta de soflamas y cantos comunistas. El film no es que sea malo es que es un radical panfleto de izquierdas, donde al ser tan machacón y masticado su mensaje te sientes un títere movido por un tío (Bertolucci) que pensaba que el paraíso en la Tierra era la Unión Soviética, Dios nos coja confesados. Lo accesorio de la película si es sobresaliente, su impresionante dirección artística, su portentosa fotografía del genial Vittorio Storaro, la superlativa banda sonora de Ennio Morricone y los muy buenos trabajos interpretativos, sobresaliendo los dinosaurios Burt Lancaster y Sterling Hayden que se salen de la pantalla, auténticos dioses como actores. Recomendable a los que gusten de ser manejados hacia un dogma por el profeta Bernardo. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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