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TOM REGAN rating:
8
Comedy. Drama Vanda is an unusually talented young actress determined to land the lead in Thomas' new play based on the classic erotic novel, Venus in Fur. Vanda's emotionally charged audition for the gifted but demanding playwright/director becomes an electrifying game of cat and mouse that blurs the lines between fantasy and reality, seduction and power, love and sex.
Language of the review:
  • es
April 4, 2017
4 of 4 users found this review helpful
61/21(31/03/17) Notable y perturbadora obra realizada por el maestro franco-polaco Roman Polanski, que demuestra a sus 80 años sigue tan moderno como siempre, con una sibarita mordacidad indaga en las obsesiones y parafílias sexuales en un marco tan parco (un teatro vacío) como deliciosamente manejado donde con solo dos (excelentes) protagonistas construye un relato sugestivo de principio a fin, donde realidad y ficción se confunden en un maravilloso juego de espejos, que deriva en cuasi-realismo mágico. El guión del propio director junto al dramaturgo David Ives, basándose en la obra teatral homónima del segundo, que a su vez se inspira libremente en la novela (también homónima, “Venus im pelz”, 1870) del austriaco Leopold von Sacher-Masoch, el libro más famoso de su inconclusa saga “El legado de Caín”, saga que cuenta con en seis libros, seis historias diferentes con temáticas como el amor, la propiedad, el estado, la guerra, el trabajo y la muerte, sólo completó dos de los seis libros (el amor y la propiedad), dejando de los otros cuatro meros esbozos. “La Venus de las Pieles” es la quinta entrega, tomando la temática del amor, la historia de Severin von Kusiemski y Wanda von Dunajew, amantes pasajeros que experimentan los límites y trasgresiones de las relaciones humanas, centrándose la historia en un amor desmedido y desbordante que roza la humillación de la condición humana, Severin, presa de un impulso animal innato, manifiesta adoración extrema por las pieles y las degradaciones, asociando el amor con la sumisión y la entrega absoluta a otro, más que compañero, pasa a ser amo y señor de la existencia de su amante. Wanda vestida con pieles, tentada por las proposiciones hechas por Severin y en principio ciega por la atracción hacia el mismo, acepta convertirse en la tirana más cruel, con tal de que su amado experimente el placer más extremo que haya conocido, llegando a firmar un contrato como esclavo e incluso con la incorporación de un tercer amante. Se convirtió al mismo tiempo en un escándalo y en un éxito en Francia por sus descripciones del tipo de apetencias y deseos que han inmortalizado el apellido de este autor ('masoquismo'). En 1869 Leopold y Fanny firmaron un contrato que convertía al primero en esclavo de la segunda durante un período de seis meses (confundiéndose en su obra realidad y fantasía), con la condición de que Pistor se vistiera con pieles en tantas ocasiones como pudiera, y especialmente si se sentía tendiente a ser cruel. Sacher-Masoch, tomando el alias de Gregor (nombre estereotípico de los sirvientes masculinos) se hizo pasar por el sirviente de su amante y juntos viajaron hasta Venecia (Florencia en el libro) viajando él en tercera clase y ella en primera. En Venecia, donde no eran conocidos podían hacer lo que quisieran sin ser observado y juzgados por sus conocidos. El libro se convirtió en un clásico de la literatura y sirvió de influencia para acuñar el término que le daría el nombre a la práctica del “sadomasoquismo”: por un lado, el sadismo es la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio y por el otro, el masoquismo (de Masoch) es la obtención de placer al ser víctima de actos de crueldad o dominio. Fue el psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing quien en su “Psychopathia Sexualis” (1886) unió definitivamente el nombre de Sacher-Masoch al del Marqués de Sade, asociándolo a una perversión sexual a la que denominó con el neologismo médico-psiquiátrico sadomasoquismo, haciendo su fama perdurable más allá de su literatura. Polanski se muestra juguetón realizando un estimulante ejercicio meta-literario, meta-cinematográfico, e incluso de meta-ficción, en el que el cineasta me da la sensación de que se funde en el personaje de Severin, su alter ego (Mathieu Amalric) Thomas/Severin, al que incluso su apariencia (peinado, maquillaje, gestualidad,...) es similar a él, y para acentuar esta impresión la mujer de la función es la pareja en su pareja en la vida real (Emmanuelle Seigner, en la cuarta colaboración con él), pareciendo que Roman exorciza sus demonios internos a través de un relato de perversiones, dominaciones, fetichismo, sometimientos, humillaciones, y más depravaciones. El realizador especialista en producciones con claro sesgo teatral, con un escenario reducido y pocos personajes, como ya hizo en su anterior film “Un Dios salvaje” (2011), o otras obras anteriores (“La muerte y la doncella” o “Lunas de hiel”), que como en una especie de versión freudiana de sí mismo, al serle reducido su ámbito de movimiento (por su problemas con la justicia USA) a Francia, decide reflejarlo en parte de su filmografía, lo hace en este caso con una intensidad dramática incisiva, con un manejo sugerente del reducido espacio, con unos diálogos penetrantes y vibrantes (y epicúreos en sus referencias culturales) en un increscendo de tensión electrizante,

Film intrigante e inquietante desde su inicio, con una tensa música de clavicordio de fondo nos acercamos en visión de la cámara mientras llueve atravesando un parque de árboles sin hojas (con sonido de traqueteo de tacones), no hay gente, la cámara vira hacia un teatro solitario, y hay un rayo con su poderoso trueno, quizás alegoría de que algo místico se acerca, la visión se acerca y las puertas se abren una tras otra hasta llegar al anfiteatro.

El relato entreteje de modo mordaz un estimulante juego de poderes donde se mezclan la dominación (el martillo), la sumisión (el yunque), y con ello (platónicamente) el sado y el masoquismo, el feminismo y el machismo, la misoginia, el amor enfermizo, ello en un gradual duelo (sofisticado) psicológico, donde los roles se intercambian de modo fluido aturdiendo e imantando al espectador, hasta desembocar en un final imprevisible y a la vez inteligentemente desconcertante.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
TOM REGAN
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