285/21(25/12/08) Notable cinta, tercera y última de la trilogía del director polaco Kieslowski, sobre los colores de la bandera francesa, el rojo, símbolo de la fraternidad. Rodado con gran elegancia, posee imágenes de una gran fuerza. Gira en torno a una modelo una bellísima (Irene Jacob), que mantiene una amistad con un cínico juez retirado (Jean-Louis Trintignant), que se dedica a espiar las llamadas telefónicas de sus vecinos, relación extraña que ayuda a los dos a combatir sus fantasmas, el argumento se mueve a base de casualidades que imprimen a la historia la idea de que la vida no es lo que planeas si no lo que te va sucediendo, somos un juguete del destino. El film se mueve entre el misterio de la trama y el amor platónico entre el juez la modelo, una historia de amor bellísima, con escenas entre ellos con una fuerza descomunal que ilustran a la película de un sello delicioso y maravilloso. Trintignant realiza un trabajo soberbio, extraordinario, pero yo resaltaría la sublime belleza de Irene Jacob, no se puede ser más dulce, más linda, me he enamorado, esta semana solo tendré pensamientos para ella, tengo mariposas en el estómago, ya no como, no duermo, es Irene. La fotografía de Piotr Sobocinski es un escándalo de buen trabajo, ayudando a realzar al film. Recomendable a los que gusten de cine de calidad. Fuerza y honor!!!