128/30(30/05/08) Un clásico del western de caracter muy intimista, un western en el que solo existe el tiroteo en el corral, en el que lo de menos es el famoso duelo en O.K. Corral, pues más que una del género al uso, es un film de sentimientos, de detalles, de miradas, de amores platónicos, de amistad, de venganza, todo ello con el telón de fondo del Monument Valley, nadie ha hecho más que el tuerto director por la promoción del valle. Destacable es el icono del cine que creó Henry Fonda sentado en la silla, inclinado sobre dos de sus patas, en el porche del saloon, apoyando sus botas contra un poste, intentando coger el equilibrio, lo dicho, un icono del cine. La cinta tambien es un fresco sobre la construcción del oeste a través de este pueblo, Tombstone. Es un película que está inundada de lirismo, como botón de prueba la escena en un bar, cuando un actor recita el monólogo de "Hamlet" y vemos la mirada de Doc en la que a punto estan de saltarse las lágrimas, portentosa. No le pongo un 9 ó 10 pues se nota un poco envejecida, el paso del tiempo no la ha respetado, el tiroteo final me parece poco trabajado, en "Rio Bravo" , por poner uno parecido, si lo mejoran bastante, otro error sería que los hermanos apenas tienen presencia, con la importancia que tienen. Los trabajos de los protagonista rayan por encima del sobresaliente, en Fonda no es raro pues está como en el es habitual, pletórico, creando como ya he dicho antes un simbolo, entrañable su relación con la antigua novia de Doc, con su cumbre en el la escena del baile de la iglesia, onírica, lo que si sorprende es Victor Mature en el papel por el que se recordará para la posterioridad, encarna a un Doc Holliday en el ocaso de la vida, tuberculoso, con su gran presentación, que nos marca su personalidad, echando al tahur tramposo del saloon, el trabajo de su vida. Recomendable a todos los amantes de los clásicos del cine. Fuerza y honor!!!