Se nos presenta a un Cary Grant y a una Ingrid Bergman increíbles como en casi todas sus películas. La trama de espionaje está muy bien llevada y todo lo que pasa está contado con un asombroso telar que impide que pierdas detalles y a la vez te ofrece las actuaciones de dos actorazos clásicos. Tiene una temática insólita para tratarse de Hithcock, pero el hombre aprueba con nota y nos regala algo que está fuera de los límites terrestres a pesar de tener, en mi opinión, películas mejores.
No puedo hacer más que recomendarla porque es una obra maestro del maestro del suspense, está dirigida de manera límpia sin fisuras, con un buen guión y una selección de escenas perfectamente estudiadas.
Francamente hay que verla si o si.