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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Neathara rating:
1
Action Based on the popular video game franchise, female fighter Chun Li embarks on a quest for justice. Powerful forces are converging on the streets of Bangkok. They are warriors, some of whom possess extraordinary abilities, all of whom are determined to see their side prevail. Some fight for us; the others for unlimited power. Now, they are preparing for the ultimate battle - of terror versus beauty, light versus darkness, and good versus evil. [+]
Language of the review:
  • es
August 8, 2009
47 of 55 users found this review helpful
La reacción de los fans fatales a la película de Dragon Ball en carne hueso estrenada hace unos meses siempre me pareció algo desproporcionaba (¿pues qué podría esperarse si no?) pero eso fue hasta que vi Street Fighter. Vamos a ver, se sobreentiende que una peli llamada Street Fighter y basada en Street Fighter está hecha exclusivamente para jugadores del Street Fighter. Y lo que nosotros pedimos no es mucho, sólo luchas de nuestros personajes favoritos con sus movimientos más emblemáticos y que se parezcan a los muñecos del videojuego, es que no era tan chungo. Pero nooooo, no contentos con hacer la peli que les da la gana y no la que nosotros pedíamos, echan a perder a mis dos personajes favoritos: Vega y Chun Li. Vamos a ver, qué tanto costaba contratar a una china de verdad para hacer el papel y no a una islandesa, o hawaiana o whatever sea esa tipa. Por supuesto, se os caerán los ojos antes de ver una sola patada múltiple chunliesca a lo largo del filme, de hecho se os caerán los ojos antes de ver una sola patada que dé a alguien, porque no, la puntería en lo que vienen a ser las peleas de la no-china con el resto del personal, brilla por su ausencia.

Por si no fuera suficiente el agravio ocasionado a la adorada moñetes, el insulto se extiende a mi otro personaje favorito: Vega. Vega, en el videojuego, era un elegante, mortífero y enigmático luchador español que llevaba una máscara para proteger su hermoso rostro en la lucha. Aquí no sólo no es español (es un chino bastante feo) sino que además no aparece con su característica máscara estilo fantasma japonés, apareciendo en cambio con una especie de fuente sopera plateada incrustada en el jeto que más que una máscara parece una de esas cosas pseudo-imperiales que te ponen en el chino para servir el pato laqueado. La pelea entre Chun-Li y Vega alcanza cotas lamentables por ambos lados y por supuesto, ninguna patada múltiple se atisba ni de casuales. Y ya lo peor: mientras Chun-Li anda con ridículos entrenamientos chichi-zen y unos policías investigan algo que a nadie interesa, no creais que a los guionistas se les enciende la bombilla y orquestan peleas entre el resto de los personajes. Para nada, ellos quieren contar una historia y no se dan cuenta de que mientras nosotros, fans, nos pasábamos el juego por cincuentésima vez lo que menos nos importaba del mundo era la historia de Chun Li o de su abuela la coja. Lo que queríamos es darnos palizas y hacer combos y humillar a nuestros primos/amigos/hermanos. Y si hacen una peli de Street Fighter, queremos ver: a Blanka, Honda, Sodom, Ryu, Zangief, Ken o incluso el horrendo Dhalsim dar patadotes, puñetazos y lanzar bolas de magia. NO NOS INTERESA SU VIDA.

Películas como esta confirman que los gloriosos tiempos de las grandes películas malas han tocado a su fin: y que aún encima de no tener la imaginación para hacer un bodrio con gancho, ni siquiera nos dan lo poco que les pedimos. Porquería de la peor especie.
Neathara
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