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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Neathara rating:
8
Drama In a lavish 18th Century parlor in Austria, an elderly man is found, by his servant, with his throat slashed. The wound is self-inflicted, and the man is the little-known composer Salieri (F. Murray Abraham), contemporary and adversary of the now-famed, but once reviled, composer Wolfgang Amadeus Mozart (Tom Hulce). Later, from his cell in an insane asylum, Salieri tells a priest (Herman Meckler) the story of his association with ... [+]
Language of the review:
  • es
April 1, 2009
41 of 50 users found this review helpful
Salieri, desde su penumbra histórica, musical, es quien narra la historia de Mozart, porque sin el resplandor del genio en su periferia, el Salieri de "Amadeus", cuyo único deseo real es ser sin que el otro sea, no es nada.

Más allá de lo narrado en la película, a Salieri se le está rescatando poco a poco una obra más que apreciable, ganándose con el tiempo el aura de autor oscurillo y de culto, pero lo cierto es que, por mucho esnobismo que quiera aplicársele, el envidioso Antonio nunca llegó a acercarse al menor de los méritos mozartianos: algo muy lógico en alguien que sólo era humano cuando su némesis artística sin duda resultaba como mínimo de otro planeta.

Forman realiza un colosal trabajo de ambientación, lo cual está muy bien, pero lo más importante es que interioriza de forma personal y autoral, el duelo callado de Salieri con Mozart y el de Mozart consigo mismo dando como resultado un filme de una exuberancia preciosa, vivísima, casi inmortal, un formidable homenaje a la capacidad de maravilla que suscita una música sublime. Inlcuso aunque esta música sublime proceda de un hombrecito ridículo de carcajada histérica y personalidad casi ridícula.

El personaje Mozart devora a cualquiera que fuese la persona que existiese debajo de él (si es que existía persona alguna). Seguramente os caerá mucho mejor Salieri, que exhibe una doliente humanidad por debajo de su aspecto de cuervo sombrío y que no puede dejar de reconocer el genio de aquel al que odia, en una exhibición de envidia tan concentrada como autoconsciente. Pero bueno, esta es una historia sobre ellos dos, pero también sobre la música, una música por encima de amores, desamores, odios, inquinas, celos, vulgaridades y demás...

...una música que pese a quien pese, atravesará la eternidad intacta.
Neathara
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