La verdad que el cine islandés no deja de sorprenderme. Tiene algo que subyuga. "Ángeles del universo" es otra de esas películas que se te clavan en la mente y recuerdas durante días y días, en los que te planteas por qué te ha gustado tanto. Una de las razones, evidentemente, ha de ser el director Fridriksson, que con sencillez pasmosa demuestra sus habilidades de humilde artesano y apunta directo al corazón de los espectadores, todo ello gracias a unos personajes con los que uno entabla una singular empatía y te resultan familiares a los pocos minutos.

Gran parte de mérito lo tiene también nuestro protagonista, Ingvar E. Sigurdsson, que borda un insuperable papel de esquizofrénico. "Ángeles del Universo" retrata con delicadeza y ternura el devenir de un joven que lamentablemente va hundiéndose en el oscuro abismo de la esquizofrenia, y su familia y gente más allegada va sufriendo los cada vez más continuos abscesos de ira y altibajos de su enfermedad. Fnalmente, termina ingresando en el psiquiátrico donde conoce a personas con su misma enfermedad, cada cual con sus tics y obsesiones, personas al fin y al cabo humanas, imperfectas, sumidos en una dimensión distinta a la nuestra, que no entienden de nada sino de sus necesidades y caprichos más inmediatos, pero capaces de razonar con brillantez, sentir con el corazón y entablar bonitas amistades.

Que no os eche para atrás la temática. Considero que está tratada con exquisitez, sin caer en el mal gusto, y siempre humanizando, y por qué no, sensibilizándonos una vez más con las complejidades del ser humano. Y por si fuera poco, de telón de fondo una melancólica y bellísima música de Sigur Ros que pone los pelos de punta.

Me emocionó profundamente, así que le pongo un merecido 10.

Saludos a todos.