Sin duda uno de las series más impactantes de la Historia de la Televisión y que revolucionó el medio por su mezcla de elementos clásicos del thriller de acción y una estética absolutamente rompedora con lo que habían sido los arquetipos policiales hasta esa época. La pareja de detectives Crockett - Tubbs se convirtió en un fenómeno televisivo y en un referente estético masculino. La abundante ración en cada capítulo de tiroteos, estilismos ochenteros absurdos, calzado blanco y calcetín oscuro (gitano seguro), una banda sonora musical espectacular e ineludibles persecuciones de coches de alta gama conducidos por policías de incógnito hicieron el resto. Globos de Oro, Emmies y un tremendo reconocimiento popular para una serie con el sello de Michael Mann en la producción.

Personalmente una reciente revisitación por televisión me han producido un tremendo bajonazo respecto a la serie que me marcó tanto en mi adolescencia. De todo lo dicho en el primer párrafo sigo salvando:

- El factor estético de la serie, absolutamente ochentero. Pocas series reflejan tan bien la edad del neón y los colores pastel en un entorno, además, lejos de las urbes típicas del noir americano. Una ciudad de Miami colorida y sofocante, ideal para el desenfreno cromático que plasmó el equipo de producción.

- Los cameos. Por la serie pasaron como secundarios o estrellas invitadas multitud de actores, actrices o artistas que, o ya tenían renombre (Pam Grier, celebridades como el genio del jazz Miles Davis o el ex-jugador de baloncesto Bill Russell, etc) o iban camino de ello (Ed O'Neill, John Leguizamo, Luis Guzman...).

- Y la banda sonora. Primero por la tremenda colección de temazos y artistazos que uno puede escuchar en cada capítulo. La flor y nata del rock y el pop de la época. Desde unos primerizos U2, pasando por Nina Simone, Roxy Music o Tina Turner y terminando por ese "In the air tonight" de Phil Collins sonando a full en una secuencia icónica de los dos detectives más cool de Miami atravesando la ciudad de madrugada. Y en segundo lugar por la propia música compuesta e interpretada para la serie por el checo Jan Hammer, quien dejó para la posteridad una de las mejores y más reconocibles bandas sonoras de la Historia con composiciones inolvidables como "Crockett's theme" o la propia "Miami Vice's theme" usada en la memorable careta de entrada de cada capítulo que sigue poniéndome los pelos de punta.

Además de Tubbs y Crockett no me gustaría minimizar al resto de personajes habituales, especialmente los que forman el equipo policial. SIn duda un elenco megacarismático del que destacaría al Teniente Castillo (interpretado por Edward James Olmos), por encima de otras dos parejas inolvidables como las formadas por las detectives Gina y Trudy, y los frikazos Zito y Switek.

Más allá de ésto, que quizá sea mucho, la serie tiene unos guiones flojísimos, con unos desarrollos muy pobres donde prima la acción y el glamour como forma principal para rellenar minutos. Una acción por otra parte absolutamente inverosímil cuando no risible. También los abruptos finales de episodio se convirtieron en marca de la casa, ya que si bien cierran inequívocamente el arco argumental del capitulo, lo hacen de una forma tan cortante que invitan al espectador a montarse su propia película a cerca de las consecuencias de lo que ha ocurrido. El sentido del humor bastante ridículo muy propio de la época tampoco ayuda demasiado a elevar el tono de la serie.

Con todo, puedo decir que he disfrutado de unos cuantos capítulos con agrado por la ligereza de sus guiones en momentos de poca exigencia cerebral. Muy recomendables sus primeras dos temporadas.