Hacer una comedia en el género western a mi modo de ver es muy difícil. Hay otros géneros como el de terror o el romántico donde hay más margen para la comedia, pero en el western se tiene que encontrar el punto justo porque se puede exagerar demasiado y quedar patético o quedarse corto y resultar ridículo.

Sin llegar a ser una obra maestra, ni la mejor del género, yo creo que encuentra ese punto. A ello ayudan mucho las interpretaciones.
Kirk Douglas, con un papel muy complicado que sólo un gran actor podría realizar, consigue dar un aire de dignidad al más inepto y estrafalario bandido del oeste.
Aunque no lo parezca, Arnold Schwarnegger también está perfecto como el bueno de la película, por que lo sitúa en un punto donde no sabes muy bien donde comienza la bondad y donde el tener muy pocas luces.
La única con la que no tienes dudas es Ann Margret, no tiene ni una de las virtudes que se le suponen a una heroína o a la típica chica del oeste, pero no las necesita porque es la más lista de todos.
El resto de personajes no hay por donde cogerlos...bueno a excepción del caballo de Cactus, si ese es el único personaje con sentido común de toda la película.

El argumento no tiene desperdicio, un hombre envia a la ciudad a su hija para que saque su dinero del banco y esta le roba el dinero a su padre, a su vez el banquero que quiere recuperar el dinero para él y contrata a un bandido para que se lo robe a ella .

En cuanto al final puede que no sea el típico, pero para mí fue el final perfecto para esta película.

La recomiendo para nostálgicos de las aventuras del coyote y del Correcaminos, es que algunas escenas son clavadas. Y la desaconsejaria para puristas del género western, porque al ser una exageración quizás la encuentren un pelín ofensiva.