Correcta y respetuosa adaptación televisiva de la obra de Alejandro Dumas, El conde de Montecristo, con una selección de reparto correcta y acertada, con Richard Chamberlain en el papel protagonista, estando secundado por diversos intérpretes de renombre, como: Donald Pleasence y Tony Curtis.
La película cuenta con un trabajo respetuoso y consigue trasladar la historia de una forma sencilla y dinámica, logrando que sea creíble y convincente, con ciertos destellos de calidad.
La historia que cuenta y cómo se desarrolla, permite a sus responsables ofrecer un entretenimiento en el que ser testigos de traiciones, manipulaciones y movimientos de venganza muy bien desarrollados, en una adaptación que no ofende.