Sencilla, básica, directa, interesante, intrigante, previsible, magnética, emocionante, pasajera, dinámica, acertada, profunda, misteriosa, emotiva, ética, profunda y sorprendente producción en forma de Western clásico, con la búsqueda de venganza por parte de un hombre que llega a un pueblo en el que van a colgar a cuatro sospechosos.
Los responsables de la película no se pierden por el camino y van directos al grano, con una trama que peca de esquemática y previsible, pero que consigue despertar el interés por comprobar como se van a ir desarrollando y resolviendo diversas cuestiones en las que la violencia y el dolor, estarán presentes.
Gran trabajo del protagonista absoluto, Gregory Peck, en un papel con el que consigue dar fuerza y atractivo a una historia que consigue sorprender y plantear diversas cuestiones, sobre lo que es justicia y venganza.
En el vengador sin piedad, he visto guiños y referencias a otros grandes clásicos del western, como: Solo ante el peligro, La noche del cazador y Centauros del desierto, entre otros.
Gran western, en el que poder disfrutar de un elenco de secundarios tan atractivos, como eternos, mención especial para: Joan Collins, Henry Silva y Lee Van Cleef.
El vengador sin piedad, queda como un gran western clásico en el que nos encontramos ante el jurado, el juez y el verdugo, de un caso en el que la venganza se encuentra en la sombra.