"La escalera de caracol" es una buena película de suspense, aunque no para destacar tampoco entre las mejores del género por un grave problema que tiene: Al haber tan pocos personajes, el espectador cuenta con una alta probabilidad de adivinar quién es el asesino (de hecho, sin tirarme flores, yo lo descubrí desde el inicio). Ello, pese a que Siodmak intenta jugar al despiste todo el rato con elementos que nos lleven a la confusión.
Es cierto que Dorothy McGuire realiza una sobresaliente interpretación, teniendo en cuenta que al ser muda no puede articular un solo sonido al actuar. El resto de actores cumple igualmente.
Sin embargo, hay algo que no puedo perdonar al director (ver spoiler)