Es inevitable la comparación entre "Los chicos del maíz" y "Quién puede matar a un niño". Sigo pensando que Stephen King vio esta última y luego la llevó a un terreno más estadounidense y concreto que el de los habitantes de esa pequeña isla del levante español. No he leído la novela, pero creo que la adaptación al cine es más floja por dos aspectos principalmente: El primero es que la atmósfera inquieta más por la tremenda banda sonora (muy deudora de "La profecía", de Jerry Goldsmith) que por la puesta en escena. Da algún susto puntual y prepara bien al espectador en cuanto al suspense, pero no aterra ni logra crear ese mal rollo que sí consiguió Chicho. El segundo, que el desenlace me parece como sacado de la manga y precipitado muy al final de la película para tratar de explicar lo que está pasando. Vale que quieran contarnos lo imprescindible, pero... (mejor en spoiler).
Al tiempo de ir a escribir esta crítica aún hay algo más sorprendente. Que "Los chicos del maíz" hayan podido generar hasta 7 secuelas y una precuela. Teniendo en cuenta que la historia da para poco más, seguramente sean malas a cada cual peor, pese a ser uno de los primeros trabajos de Naomi Watts, por ejemplo. Supongo que todos tienen borrones en su carrera y que se vieron obligados a aceptar papeles de este tipo al principio. Si no, aún es más extraño.
Mi nota: 6,5