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Spain Spain · Madrid
Emma rating:
8
Language of the review:
  • es
January 30, 2010
6 of 8 users found this review helpful
En los llamados Napola, acrónimo de las instituciones nazis "National Politische erziehungs Anstalt" (Instituto Nacional de Educación Politica), Hitler pretendió formar una generación de líderes que gestionase la aspiración nazi: el Reich de los Mil Años. Para ello, nada mejor que neutralizar cualquier atisbo de sensibilidad, compasión, solidaridad y empatía humanas mediante la sistemática aplicación de una educación espartana basada en la violencia, el castigo corporal, y la férrea manipulación mental de unos alumnos que, en ocasiones, todavía eran capaces de pensar por sí mismos y obrar con integridad individual.
Esta estremecedora y previsible historia transcurre en uno de los cuarenta Napolas que existían en la Alemania de 1942. Friedrich, de origen humilde y aptitudes notables para el deporte y en especial, el boxeo, entabla desde el principio una gran amistad (tampoco yo he visto homosexualidad en esta relación) con el hipersensible, reflexivo e intelectual hijo de un importante jerarca nazi.
En la relación entre estos dos protagonistas y en su contraste, es donde radica el mayor atractivo de la película. Uno de ellos, culto, educado, sensible, se da cuenta de que en esa escuela sólo les enseñan a ser máquinas de matar y a despreciar al resto de seres humanos. El otro, que proviene de una familia pobre y sin educación, solo piensa en ser un buen atleta y no quiere darse cuenta de que ciertas cosas tienen un precio muy alto.
Película muy interesante porque muestra el peligro que entraña para la juventud un sistema educativo en manos de seres enemigos de la humanidad. Muestra como se condiciona a la juventud para el odio y el crimen, haciendo sentir a los alumnos héroes, sobre falsos éxitos facilitados por sus instructores. Hay escenas donde los mandan a cazar a unos "evadidos" rusos, desarmados, que previamente han soltado sus carceleros con el fin de que sean recapturados y asesinados por los pichones de las SS. En ello radica la clave para entender el fracaso de los nazis, una sociedad que creció sobre la mentira y la inhumanidad. Soldados elites que se formaron sobre bases falsas que al enfrentarse a hombres armados de verdad, mostraron que no tenían ni el coraje, la valentía e inteligencia que les permitiera salir airosos. La verdad es bella, humana y perenne, es natural que no prevalecieran.
Emma
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