En algún punto tiene cosas que hace Spielberg (100% manipuladora con la edición, banda sonora y actuaciones exageradas para forzar emoción en nosotros), aunque posiblemente sea algo más oscura y más interesante por no estar contada de una manera simple y lineal.

Los críticos la detestan tanto que me hacen dudar. Ni yo estoy cien por cien seguro por qué esta película me gusta, cuando hace cosas que normalmente desprecio. Al mismo tiempo, no suelo confiar en la crítica especializada con sus agendas obvias.

En cuanto a la película en sí, tiene todos los clichés esperables de un drama tal como el presentado en la sinopsis. Las tragedias que ocurren. Las reacciones. Las consecuencias. Y sin embargo, en ese mar de lugares comunes, encontré sorpresas que me gustaron. También me sentí cautivado por las performances, sobre todo de Logan Lerman, aunque admito quizás no sea más que un placer culposo.