Llegué a esta película luego de ver Donnie Darko, ya que en los diferentes blogs citaban al conejo Harvey como el abuelo del conejo Frank. Indudablemente hay una influencia u homenaje, aunque el joven director Richard Kelly lo haya desmentido. Con esto quiero manifestar que independiente de la originalidad de las nuevas películas, siempre hay guiños al cine en blanco y negro. En este caso, la película interpretada por un magistral James Stewart (no es la primera vez que tiene algún daño mental,recordemos que con Hitchkock tuvo vértigo), que brilla como uno de los grandes de la historia. El director saca provecho a los actores y muestra hermosas tomas en calles sin salidas o en bares llenos de vida. La ternuda de Stewart con su personalidad nos hace confundir con las carencias que tienen los demás, los que están "sanos". Ahí radica el juego del director para mostrarnos a los que están normales como más enfermos que los enfermos.
Frank el conejo amigo de Jake Gillenhall lo podíamos ver anunciando el fin del mundo. Harvey, el conejo amigo de James Stewart no será necesario verlo para conocer su ternura entremedio de tantos locos violentos.