Cuando veo películas de este tipo (comedias sin muchas pretensiones) no espero una historia ni unos personajes memorables. Pero sí espero reírme, o como poco divertirme un mínimo. Sin embargo, esta película, a parte de malísima, ni siquiera es divertida. Ni un chiste, ni un sketch que te saque una risa.

Va sobre dos tíos inaguantables que pierden el trabajo, y se les ocurre la idea de meterse de becarios en Google. Ya desde la escena de la entrevista por Skype, uno intuye que esta película va a ser un despropósito ridículo y sin gracia. Llena de tópicos muy chungos (el rarito, la mujer de negocios sin tiempo para el amor, el profesor capullo que al final no es capullo...) y sensiblera.

Mención especial a la escena (larguísima y sin razón de ser) donde los protagonistas llevan a su grupo de compañeros inadaptados a una discoteca, para que "vivan" un poco. Y mención de plata al partido de quidditch.