Click here to copy URL
Rick el acomodador rating:
9
Documentary On 13 February 2012, two journalists entered war-ravaged Syria. One of them was celebrated Sunday Times war correspondent, Marie Colvin. The other was photographer, Paul Conroy. Their aim was to cover the plight of Syrian civilians trapped in Homs, a city under siege and relentless military attack from the Syrian army. Only one of them returned. This is their story.
Language of the review:
  • es
January 26, 2020
3 of 3 users found this review helpful
Marie Colvin fue una de las periodistas más reconocidas de su generación por lectores y compañeros de profesión. Famosa mundialmente por su trabajo en distintos conflictos bélicos: Timor Oriental, Sri Lanka, Irak, Libia, Siria… fue la primera reportera de occidente en ir a la Guerra de los tamiles en Sri Lanka cuando la guerra llevaba ya más de seis años. Allí, tras recibir el impacto de una granada, perdió su ojo izquierdo y adquirió esa seña de identidad que la hizo famosa en muchos sentidos, aunque sus grandes logros aún estaban por llegar.

Junto al fotógrafo Paul Conroy, formó un tandem centrado en contar las guerras a través de las historias de los que más las sufren, mujeres y niños, dejando para otros los detalles técnicos sobre los calibres de los proyectiles o la motorización de los carros de combate.

Cubrieron la “primavera árabe” sin descanso, todo el conflicto libio, y Siria se les vino encina… literalmente. Juntos viajaron a la ciudad de Homs, donde todo parecía haberse encallado en el barrio de Baba Amr. Allí obtuvieron la revelación de la verdad que sintieron que debían contar al mundo entero, el llamado “sótano de las viudas”. Y allí acabaron pagando con sus propias vidas el coste de la verdad en una guerra. Y no todo había acabado. Para los supervivientes, gravemente heridos, aún quedaba salir de allí.

El relato es apasionante y preciso como una guía de viajes al horror, y el testimonio de Conroy sobre su compañera resulta tan comprometido y sincero como las crónicas de Colvin, que en paz descanse.

Bendito parche en el ojo, ese que le hacía querer ver más y mejor para contárselo al mundo, siendo testigo en directo, y dando su testimonio y su vida, por la vida de los que más sufrían.

Gracias Colvin.
Gracias Conroy.
Gracias a tantos otros…
Gracias Martin, como líder de todo el equipo que ha hecho posible esta otra crónica de la verdad.
Rick el acomodador
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow