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FATHER CAPRIO rating:
8
Film noir. Mystery. Thriller A bank heist yields $210,000. Soon, sultry Lona McLane, girlfriend of one of the robbers, meets Paul Sheridan and has a torrid affair. When she finds out Paul's a cop, to save herself she sets out to corrupt him. He's a pushover. But it won't be easy for Paul to get his hands on the money when he's part of a complex, peeping-tom stakeout. Soon, he's in much deeper than he'd planned, amid atmospheric night scenes.
Language of the review:
  • es
August 16, 2010
20 of 27 users found this review helpful
Sobre Pushover (algo así como Impetuoso), planean dos alargadas sombras: Una, la de Perdición (Double Indemnity), la genial película de Billy Wilder con el mismo actor como protagonista (Fred MacMurray) y dos, la de La ventana indiscreta (Rear Window) del mago del suspense Alfred Hitchcock. Sin embargo La casa número 322 (Pushover) tiene una identidad propia y suficiente para satisfacer a los cinéfilos aficionados al cine en general y al noir en particular.

Al contrario de otros muchos films encuadrados en el noir con calzador, Pushover cuenta con muchos de los elementos definitorios característicos, a saber: La ciudad, la noche, las sombras, el tipo al que un mal paso pone fuera de la ley y la vamp seductora absolutamente imprescindible. Soy consciente de que la pluralidad de elementos noir no se reduce a los expuestos y que a este género le vienen de perilla unos diálogos cuanto más cáusticos mejor o unos personajes, preferentemente detectives a lo Marlowe regurgitando desengaños y frustraciones. Pushover tiene los, a mi parecer, mínimos imprescindibles y Quine los conjunta y explota con habilidad, construyendo un ambiente claustrofóbico que no le viene nada mal.

El meollo de la cuestión: El dinero quebrantador de voluntades, de lealtades, de juramentos, de placas y de honestas y tranquilas jubilaciones futuras. El motor: La donna. Mobile, inmobile o como sea, pero eso sí, con el rostro y tipazo de Kim Novak, su cercanía, sus labios y su seducción y ese cierto aire cándido e inexperto que, probablemente por ser su primer papel protagonista, rezuma en cada plano y que le sienta excelentemente a la película. Y, quebrantando sus principios, Fred MacMurray (“mis padres siempre estaban peleando por el maldito dinero”) quizás no tan perdido por Kim como por Bárbara, pero muchísimo mas goloso por el dinero ¿sucio? (“El dinero no es sucio, lo es la gente”).

Como supondrán, chispas, pavesas y fuegos artificiales en la relación Lena-Paul. Ella ex de chico malo, él, policía de impoluto historial. Y el diablo soplando en forma de maletín. Añadan a ello, la vecinita (Dorothy Malone) un vigilante (Phil Carey) desviando interesadamente los prismáticos de ventana a ventana, un policía cercano al retiro con la garganta seca en el momento menos adecuado y un capitán de policía (E.G. Marshall) presionado por los jerifaltes de la City, y tendrán el cuadro de este interesante film de Richard Quine con participación al guión de Roy Huggins (El fugitivo) y a la fotografía de Lester White . Ambos excelentes.
FATHER CAPRIO
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