Es imposible valorar esta película sin tener en cuenta las tres anteriores ya que, en este caso, como muchas veces, las comparaciones son odiosas. Los Juegos Del Hambre (la primera película) supuso una excitante sorpresa. Bajo la apariencia de "otra película de tipo apocalíptico para adolescentes" se escondía un film cruel, adictivo y reflexivo, todo a un tiempo. Esa línea continuó en la segunda parte, En Llamas, pero ya se fue deteriorando en la tercera (Sinsajo Parte 1).

Llegados a Sinsajo Parte 2, la que suponía el cierre y desenlace a esta saga, tras dos horas de película, uno tiene la sensación de que, en realidad, apenas ha ocurrido nada destacable. Jennifer Lawrence, esa actriz que dejó a medio mundo boquiabierto con la muy buena "El lado bueno de las cosas", parece estar saturada del personaje de Katniss, y en ningún momento de la película se le ve manifestar algún tipo de sentimiento. Ella asiste a todos los acontecimientos con el mismo gesto, como si no fuera con ella. De los personajes masculinos aún se puede decir menos. Sam Claflin (Peeta) actúa como mera comparsa, una lástima viendo su evolución en los anteriores episodios. Algo parecido ocurre con Donald Sutherland (Snow), un pedazo de actor totalmente desaprovechado y un personaje que merecía algo más de profundidad. De Liam Hemsworth y Wody Harrelson no digo nada, salen por salir, sin más.

La película, resumiendo, es aburrida, monótona, gris, en ocasiones absurda... Al cabo de media hora, estás deseando que termine, que sean felices y coman perdices. Pero no es así, y asistimos a un film que, después de cuatro capítulos, no tienes claro de qué va, empezando por las motivaciones de la protagonista para hacer lo que hace. Aquellos fans de la saga (yo no soy fan, pero me gustó mucho), la verán, se sentirán profundamente decepcionados, y la recordarán en las reuniones de amigos hablando de películas infumables. Pues eso, un tostón.