Tengo que reconocer que soy, mejor dicho, era fan de este gran investigador llamado J.J. Benítez. Poseo la mayoría de su bibliografía y cuando descubrí que acababa de hacer esta serie de documentales, como un ciego, los compré y me los ví de tirón, pero una vez vista, la forma de contemplar a este señor, ha cambiado totalmente, pero mejor voy por orden.

En resumen, los 13 documentales nos presentan diferentes temas a cada cual más interesante, diferente y de un valor "didáctico incalculable" (o eso pensaba). A través de sus investigaciones, en cada uno de los capítulos, nos acerca a la "verdad" (no creo que conozca esa palabra aún), o por lo menos, nos presenta las premisas que nos puede hacer preguntarnos y dudar de lo que si realmente sabemos es cierto o mentira, y aunque algunos episodios parecen más fantásticos que otros, no era yo nadie, en ese momento, para dudar de la "credibilidad" (TVE tampoco conoce esta palabra) de un programa documentado, presentado y dirigido por uno de los mayores "investigadores" (estafador a día de hoy) Ovnis españoles.

Pero todo cambia al ver Mirlo Rojo, episodio 12, y mostrar el supuesto video grabado en la base lunar. Tuve mis dudas, lo ví no una vez, sino varias y no me podía creer lo que veían mis ojos y es que se ve perfectamente que es un fraude, un video hecho por ordenador, y de una forma tan poco imaginaria y tan simple, que hasta un niño con un poco de nociones de informática podría hacerlo, y es hay cuando me pregunté si todo podría ser realmente un fraude. Después de hablar con varios compañeros y buscar información en la red, me encontré que ha sido la mayor estafa que ha habido en la televisión española, y por supuesto, mi admiración por este hombre se ha convertido, en indiferencia artística y reprobación personal.

Para los que no la hallan visto, les recomiendo que empiecen por el episodio 12, y después por el que quieran (el orden no altera el resultado final), y es que se van a encontrar con una de las mayores obras fantásticas españolas de todos los tiempos, capaz de competir con los mejores guiones de Hollywood, donde historias increíblemente imaginarias se mezclan con teorías ilusorias, junto a pruebas engañosas y donde se ridiculiza y caricaturiza a otros personajes, que si son reales y “auténticos” y son utilizados para engañar al espectador.