Harlock, libertad de pensamiento y la experiencia del esfuerzo personal. Harlock un hermoso y dulce recuerdo de la infancia, adornado mil veces, y cada una de sus mil aventuras en el espacio, pero esta vez, Aramaki, el director de este film, nos despierta de un dulce sueño, para acercarnos a la pesadilla, a un Harlock más oscuro e intrigante, rodeado de un aura de maldad, navegando en su portentosa y acongojante Arcadia por todo en universo, en una misión, personal, y sagrada.

Es verdad, que en este film, tanto la atmosfera que rodea al capitán, como a la nave es más oscura, pero no son los únicos, el resto de personajes, aunque quedan muy bien configurados, en cierta forma, siguen estando lejos de los originales de Matsumoto y aún así quedan en el olvido grandes personajes como el jefe de máquinas, el doctor y la cocinera.

La historia también se vuelve más oscura, ya que, y aunque siempre se luche por la libertad, en esta ocasión, esa libertad conlleva sufrimiento, algo que Mastumoto nunca quiso para su manga.

Como seguidor del manga, el film es una auténtica decepción, pero como película independiente y dejando las comparaciones de lado, es una película colosal, con una animación increíble, técnicamente insuperable, con un guión más que resultón, y plagado de acción, aunque carente de profundidad argumental, esta se perdona por el increíble enfoque visual.

Si busca el Harlock de tu infancia, no lo vas a encontrar, pero si buscas un film de animación que te pueda sorprender, te resultará gratamente de digerir, e incluso puede ser, que te quedes con ganas de más.