Con esta película me ha ocurrido algo extraño, juraría que la había visto de adolescente con 14 ó 15 años y resulta que tenía 23. Vamos, que estaba tan convencido que me hubiera apostado hasta dinero. En fin, cosas del tiempo.

Voy al grano que me enrollo como la pata de un romano. A mi la historia me encantó dos terceras partes de la cinta, esas cuestiones de venganza y todo eso...es algo que me apasiona considerablemente. No me gustan los acusones. Y más cuando el que se apunta a disciplinar, cuenta con la fuerza y la capacidad para hacerlo. Ese punto donde el militar ocupa la plaza de profesor vacante de su novia cuando es agredida, te hace subir la emoción por momentos, adelantándote a lo que te van a ofrecer los siguientes minutos. Y funciona muy bien la verdad. En un primer instante se dedica a observar y a catalogar a cada estudiante y cada rincón del instituto, a la vez que al grupo de profesores y a partir de ahí comienza su trabajo. Como no, tirará de su grupo especial, donde nunca me cansaré de destacar al grandioso William Forsythe.

Y es aquí donde surge mi duda, si en el reparto de militares no añaden la movida con las drogas y las armas que viene después, ¿sobrarían este equipo de élite y parecería tremendamente exagerado? ¿y no parece también muy exagerado la campaña de negocios ilegales que se lleva a cabo allí con chavales de por medio?

Sinceramente no sé como habría quedado un resultado distinto, este a mi me parece muy antinatural y forzado. Es como llamar a el encantador de perros a tu casa y aparezca con la CIA, FBI y la KGB.

Una vez más salgo encantado de ver a Tom Berenger en pantalla y me ha llenado por completo la actuación del cantante Marc Anthony.