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Brian Edward Hyde rating:
8
6.0
8,118
Musical. Drama
Set in the turbulent early 1960s to mid-70s, Dreamgirls follows the rise of a trio of women - Effie, Deena and Lorrell - who have formed a promising girl group called The Dreamettes. At a talent competition, they are discovered by an ambitious manager named Curtis Taylor, Jr., who offers them the opportunity of a lifetime.
Language of the review:
- es
October 28, 2007
4 of 6 users found this review helpful
Desde hace tiempo venía leyendo que se estaba preparando un musical sobre The Supremes, el grupo liderado por Diana Ross. Entonces dije: “bufff, un musical…”. Y encima protagonizado por Beyoncé Knowles… vamos, que parecía un vehículo de lucimiento para la cantante. El resto del reparto no es que fuera muy allá a primera vista con Eddie Murphy, una triunfita a la americana y Jamie Foxx (que si bien tiene un Oscar en su haber, no es que se prodigue demasiado en pelis buenísimas –excluyamos Jarhead-). Total, una de esas películas que no iría a ver por iniciativa propia.
Cuando llegaron los Globos de Oro y se llevó 3, me parece, dije: “joder, pues no parece moco de pavo”, pero es que tiene 7 nominaciones a los Oscar!! Y encima las críticas en revistas especializadas estaban de su parte. Me pregunté si no estaría ante el nuevo Chicago y la apunté en mi lista de películas-que-necesito-urgentemente-ver-si-no-quiero-volverme-loco.
Pues bien, la película corría el riesgo de convertirse en un peñazo tipo Ray o Capote, pero huye de ese modo de ver la vida de un personaje público para convertirlo en un espectáculo. Y es que no vemos a las Supremes, sino a un grupo que bebe directamente de éstas como inspiración. Y también a una Beyoncé Knowles que hace de Diana Ross sin hacer de ella. En definitiva, un juego de semejanzas e inspiración que da buen resultado.
Para que un musical funcione lo primero que ha de destacar es, naturalmente, la música. De este modo encontramos grandes números llenos de espectáculo. Hay que ver las actuaciones de Eddie Murphy, la caña que tiene, las promesas que lo acompañan y los continuos fiascos de la industria. También es necesario ver a un grupo de negros cantando música blanca… no deja indiferente. Pero a lo que iba: la música brilla. No encontramos un solo estilo musical, sino que conforme pasan los años y los cantantes maduran también cambia lo que en un principio podía ser soul, incluso gospel… y la película te hace entrar en un mundo de ritmos diversos donde la máxima es “renovar o morir”. A todo esto, cuando acabas la película te da la sensación de que los negros han inventado todos los estilos musicales, y no lo pondría en duda teniendo en cuenta los referentes blancos.
(sigue en spoiler)
Cuando llegaron los Globos de Oro y se llevó 3, me parece, dije: “joder, pues no parece moco de pavo”, pero es que tiene 7 nominaciones a los Oscar!! Y encima las críticas en revistas especializadas estaban de su parte. Me pregunté si no estaría ante el nuevo Chicago y la apunté en mi lista de películas-que-necesito-urgentemente-ver-si-no-quiero-volverme-loco.
Pues bien, la película corría el riesgo de convertirse en un peñazo tipo Ray o Capote, pero huye de ese modo de ver la vida de un personaje público para convertirlo en un espectáculo. Y es que no vemos a las Supremes, sino a un grupo que bebe directamente de éstas como inspiración. Y también a una Beyoncé Knowles que hace de Diana Ross sin hacer de ella. En definitiva, un juego de semejanzas e inspiración que da buen resultado.
Para que un musical funcione lo primero que ha de destacar es, naturalmente, la música. De este modo encontramos grandes números llenos de espectáculo. Hay que ver las actuaciones de Eddie Murphy, la caña que tiene, las promesas que lo acompañan y los continuos fiascos de la industria. También es necesario ver a un grupo de negros cantando música blanca… no deja indiferente. Pero a lo que iba: la música brilla. No encontramos un solo estilo musical, sino que conforme pasan los años y los cantantes maduran también cambia lo que en un principio podía ser soul, incluso gospel… y la película te hace entrar en un mundo de ritmos diversos donde la máxima es “renovar o morir”. A todo esto, cuando acabas la película te da la sensación de que los negros han inventado todos los estilos musicales, y no lo pondría en duda teniendo en cuenta los referentes blancos.
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SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
También hay algún número ñoño (el de somos una familia y estamos todos para uno y uno para todos… aún me dan escalofríos), pero es pasable entre el conjunto. Hay que tener en cuenta que las canciones cumplen la función de enlazar la historia, de no detener el ritmo sino ayudarse de la música para concluir capítulos de las vidas de los protagonistas.
Atentísimos a Jennifer Hudson, protagonista indiscutible de la película. Esta cantante-actriz viene de American Idol, que es el programa de talentos musicales más famoso de EEUU. Pues bien, se come a sus compañeras con patatas con esa fuerza racial y esa voz clásica y amplia en todos los sentidos. Como he mencionado, también está increíble Eddie Murphy en uno de los mejores papeles de su carrera (¿podemos decir el mejor?), y Jamie Foxx tan bien como siempre. Además, Beyoncé está muy buena, qué queréis que os diga. Jajaja, no dejéis pasar los peinados imposibles y la vestimenta: hippy, horter-ochentera...
Para rizar el rizo os dejo con varias chorradas. Teniendo en cuenta la de rumores que circulan en Internet sobre el paradero de Steve Urkel, me veo en la obligación de informar que está vivito y coleando. Cualquiera que vea la peli podrá atestiguar que es él quien aparece en una de las primeras secuencias. Y si seguimos con la tele, para aquellos que recuerden Cosas de marcianos, el prota de los pelos blancos aparece con una melena un tanto extraña.
En definitiva, Dreamgirls no es una película sobresaliente, pero cumple el requisito de entretener, lo hace bien y sin pretensiones. Tiene ritmo, una historia bien narrada y nos introduce en lo mejor y lo peor de un mundo en apariencia mágico y en el fondo lleno de mierda, como suele pasar la mayoría de las veces. El musical tiene esperanzas y el cine también. Y si sales de la sala con una sonrisa en la boca, mejor que mejor.
Atentísimos a Jennifer Hudson, protagonista indiscutible de la película. Esta cantante-actriz viene de American Idol, que es el programa de talentos musicales más famoso de EEUU. Pues bien, se come a sus compañeras con patatas con esa fuerza racial y esa voz clásica y amplia en todos los sentidos. Como he mencionado, también está increíble Eddie Murphy en uno de los mejores papeles de su carrera (¿podemos decir el mejor?), y Jamie Foxx tan bien como siempre. Además, Beyoncé está muy buena, qué queréis que os diga. Jajaja, no dejéis pasar los peinados imposibles y la vestimenta: hippy, horter-ochentera...
Para rizar el rizo os dejo con varias chorradas. Teniendo en cuenta la de rumores que circulan en Internet sobre el paradero de Steve Urkel, me veo en la obligación de informar que está vivito y coleando. Cualquiera que vea la peli podrá atestiguar que es él quien aparece en una de las primeras secuencias. Y si seguimos con la tele, para aquellos que recuerden Cosas de marcianos, el prota de los pelos blancos aparece con una melena un tanto extraña.
En definitiva, Dreamgirls no es una película sobresaliente, pero cumple el requisito de entretener, lo hace bien y sin pretensiones. Tiene ritmo, una historia bien narrada y nos introduce en lo mejor y lo peor de un mundo en apariencia mágico y en el fondo lleno de mierda, como suele pasar la mayoría de las veces. El musical tiene esperanzas y el cine también. Y si sales de la sala con una sonrisa en la boca, mejor que mejor.