Delirante comedia surrealista, para mí incluso supera a La Vida de Brian, aunque no alcanzó el éxito que tuvo aquella genial parodia de las cintas bíblicas. La película te engancha desde el principio, y la sucesión de situaciones absurdas y conversaciones imposibles no para, es más, no es un recurso tipo cliché, la película entera es un canto al surrealismo. Muy recomendable, eso sí, hay que verla con la mente abierta, pensando que cada detalle, por muy cutre que parezca, está pensado para darle un maravilloso toque cómico.