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jastarloa rating:
8
War. Drama A film commissioned by the Algerian government that shows the Algerian War (1954-1962) from both sides. The French foreign legion has left Vietnam in defeat and has something to prove. The Algerians are seeking independence. The two clash. The torture used by the French is contrasted with the Algerian's use of bombs in soda shops. A look at war as a nasty thing that harms and sullies everyone who participates in it.
Language of the review:
  • es
November 25, 2006
80 of 96 users found this review helpful
Niños linchando a un borracho, un pobre viejo argelino inocente que se ve asediado por las injustas acusaciones que lanzan los franceses desde sus balcones... ¿No lo habría firmado el mejor Buñuel? Estos pequeños detalles son los que permiten catalogarla como drama cinematográfico y no estrictamente como documental informativo. El estilo de Pontecorvo es muy descriptivo, pero también entretenido. Usa bien el sonido, la fotografía y el montaje. Gracias a ello, a su espíritu socialmente comprometido y al "desengaño" que se llevó su profunda ideología comunista con la invasión soviética de Hungría, ha conseguido hacer películas serias, realistas, interesantes y bastante objetivas.

Gillo, que huyendo del régimen fascista –no por cobardía, pues luego regresó a su país natal para unirse a la resistencia– ya había desempeñado labores como corresponsal en Francia para varios periódicos italianos, se interesó pronto por el conflicto argelino. Tuvo que esperar algunos años hasta que, ya finalizadas las hostilidades, el propio Saadi Yacef, ex comandante de las tropas del FLN (Frente Nacional de Liberación de Argelia), le propuso una película basándose en sus propias experiencias. Gillo aceptó, pero su película no resultó panfletaria. Alterna magistralmente los levantamientos colectivos con historias individuales –algo mucho más equilibrado que lo que hacía el sobrevaloradísimo Eisenstein–, no se muestra explícitamente ninguna tortura –con ese comienzo no hacía falta para entender que las hubo–, y sí se muestra a los terroristas argelinos colocando en lugares públicos las bombas que matan a gente inocente y disparando por la espalda a algunos militares y policías franceses. Ha conseguido explicar las motivaciones sin llegar a justificarlas.
Otro aspecto a destacar es la puesta en escena. Pontecorvo era un director que seguía los conflictos mundiales y que sentía la necesidad de abordarlos inmediatamente, lo que le permitía ponerse a rodar en los escenarios reales justo después de que éstos terminaran. Aquí consigue que las revueltas parezcan rodadas en directo por un corresponsal de guerra.

Sólo pongo dos objeciones: a pesar de todo lo bueno, el tono descriptivo del que hablaba antes me mantuvo distanciado en algunos momentos, y no pasé por alto la falta de medios en los atentados con armas de fuego, que contrasta con el realismo de las explosiones y de las revueltas.
jastarloa
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