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5
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  • es
May 2, 2019
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Si os acordáis de la polémica que se generó con la serie de "14 de abril, la República" (2011-2019), que estuvo retenida siete años en Televisión Española porque al gobierno del PP no le gustaba, eso dicen, con "La conspiración" ha pasado exactamente igual. Así que después de estrenarse en el País Vasco en la ETB en el 2012, en el resto de España hemos tenido que esperar al 2019 para que ahora el PSOE en el poder le dé vía libre, supongo que también para calentar el ambiente de cara a las elecciones del pasado 28 de abril, que han acabado ganando. Pero insisto en lo del Partido Popular. Si es cierto que ha retenido la película, todo indica que así es, es lamentable su actitud, no porque hayan recurrido a la censura, que en muchísimas ocasiones es muy conveniente, yo es que defiendo la censura, sino por hacerlo porque un trabajo se atreve a hablar de la Guerra Civil, aunque lo haga con tanto comedimiento como aquí lo hace Pedro Olea. Su manía de no querer mirar más allá del "pacto constitucional", que es cuando se creó el mundo según los peperos, produce vergüenza ajena. No me extraña que se estén hundiendo en las urnas.

Pero vuelvo a "La Conspiración", producto televisivo que narra el golpe de estado desde la óptica del general Emilio Mola (Manuel Morón, al que le veo algo parado en su interpretación). Como aspecto positivo, destaca su gran rigurosidad histórica y ecuanimidad, acercándose por este camino al documental, lo cual es bastante raro en nuestra ficción, y una ambientación bien cuidada. En contra, que la propuesta es muy poco ambiciosa, faltan medios y hay una carencia a la hora de rodar en exteriores. En el fondo Pedro Olea se mantiene firme al seguir los hechos documentados olvidando que una ficción requiere más elementos dramáticos de diversa índole, incluso ahistóricos, para seducir al espectador. En cualquier caso, "La conspiración" se deja ver, mola lo justo. Eso sí, ojo al detalle de que la mayor parte de los golpistas, como Mola, Cabanellas y Queipo del Llano, eran republicanos-demócratas. Esto es un factor fundamental que revela que el alzamiento no tenía como fin acabar con la República sino con el peligro, real, revolucionario. Fueron las diversas circunstancias que nos acabaron llevando, por fortuna, al régimen autoritario de Franco.
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