Qué decepción. Y tenía buena pinta, esa fotografía en blanco y negro, le dieron un Oscar más otro por la dirección artística, y Paul Newman dándole al billar en esos tugurios saturados de humo de tabaco y alcohol. Pues no, la película es muy larga, 135 minutos, muy aburrida, pero sobre todo, muy tonta. Todo el conflicto queda resumido en que si Eddie Felson (Paul Newman) se mantiene sobrio, gana con facilidad a cualquier rival. Pero tampoco penséis que es que es alcohólico, lo cual podría haber estado bien, sino que se trata de un cabra loca que va tan sobrado que se cree que aún borracho como una cuba puede seguir haciendo carambolas como si nada. Vaya tonto. Por cierto, que su biografía queda completada 25 años más tarde con "El Color del Dinero" (1986) donde efectivamente se recupera a su personaje.

En realidad, "El buscavidas" es una farsa consistente en aparentar. Por ejemplo, se aparenta que Eddie es un perdedor, cuando es obvio que no lo es. Que aspira al sueño americano cuando en realidad el dinero le importa muy poco. Que Bert (George C. Scott) es una especie de villano cuando lo que hace es darle consejos de sentido común con los que puede hacer carrera en ese mundillo. Supuestamente hay una maduración del personaje pero como todo en la película también es falsa. Aunque a mí lo que me interesa más es esta relación con Sarah (Piper Laurie), se lía con la primera mujer que ve ¿no puede encontrar a otra mejor?, que parece interpretarse como una especie de lastre. Lo curioso es que viendo a los diez minutos como trata a su socio Charlie (Myron McCormick), vaticiné que si fuera una mujer... SPOILER.