Curiosísimo argumento y arriesgado tema el que toca Jodie Foster en su película. La malo es que no sé por qué motivo no arriesga más y otorga todo el protagonismo a Mel Gibson y al Castor o viceversa. En cambio, la trama del hijo, que diría que está casi tan loco como su padre, con la chica es un estorbo total, aparte de ser tópica y blanda. Por cierto, Jennifer Lawrence es mona pero las sandalias que lleva son horribles. A ver si cuida su look un poco. Pero volviendo a la trama central, y antes de entrar en el tema, me encanta el Castor. Con deciros que me han dado ganas de buscarme una marioneta como ésta y ponerme a hacer lo que hace Walter Black (Mel Gibson) os lo digo todo.

Bromas aparte, que la película es seria, algunos se quedan en lo pintoresco de la historia, lo irreal que parece o los golpes de comedia que la salpican. Sin embargo, en el fondo hay una profundísima depresión del protagonista hasta el punto de que decide darse de baja como persona y "renacer" bajo la forma de un muñeco. Ya no existe Walter Black sino el Castor. Ahora bien, me temo que Jodie Foster no sabe dar al personaje la profundidad necesaria, ni afrontar las consecuencias de su deterioro mental. En cambio, opta por salidas fáciles. Así, la mirada sobre el problema es superficial, falsa y cobarde. Al final, "El Castor" prometía mucho, pero sabe a poco (SPOILER).