Nuevo regreso de "Lavalantula" pero cambiando Los Ángeles por Florida. Lo bueno de esta película es que se satiriza a sí mismas, llegando a algunos momentos divertidos, por ejemplo, la sobreactuación visceral de Steve Guttenberg. Pero lo malo es que es inverosímil de cabo a rabo, desde la premisa inicial, ¿arañas de fuego?, hasta la inoperancia de las autoridades, que ni están ni se les esperan, aunque aquí hay un coronel que mete la pezuña, pasando por el proceder de los personajes. Por ejemplo, dudan si a X le ha quemado o le ha mordido una araña. Pues a nadie se le ocurre mirarle la espalda para ver qué le ha sucedido realmente.

Otro punto positivo, además de la belleza de Michele Weaver, aunque ese color de uñas no me gusta nada de nada, es la parodia a un puñado de títulos emblemáticos. Seguro hay guiños obvios a "El precio del poder" (1983), "Corrupción en Miami" (1984-1990), "Cocodrilo Dundee" (1986), "Jurassic Park" (1993), "Independence Day" (1996), "Armagedon" (1998), "Jungla de Cristal" (1988 o 1990) y "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú" (1964). Y con dudas podría haberlos a "Aliens" (1986), "Depredador" (1987), "The Faculty" (1998), "Los Cazafantasmas" (1984), "Godzilla" (1998), "Top Gun" (1986) o "Indiana Jones" (1981, 1984 y 1989).